MADRID — Nonardo Perea vive en el cuerpo de Michel. Lo utiliza a su antojo para ser lo mismo clásico que vulgar, angelical o diabólico, hombre o mujer. Nonardo puede ser lo que quiera. Detrás de ese Alter Ego, se esconde Michel, tímido y retraído, quien le presta su rostro y sus manos para mostrar al mundo sus pretensiones como artista.